En los últimos días, hemos presenciado un suceso sin precedentes en nuestro país que no ha dejado indiferente a nadie. Estoy segura de que en estas casi dos semanas, has visto cientos de imágenes, vídeos y un contenido en redes sociales que te han hecho sentir de todo: tristeza, rabia, impotencia, miedo, abrumación, bloqueo. Yo también estoy así. Y no tengo las palabras que lo curen, ni sé exactamente qué se puede hacer con todo esto. Pero en esta carta, quiero hacer espacio para una pequeña reflexión que espero pueda ayudar a encontrar algo de luz dentro de toda esta oscuridad.
Es muy difícil saber qué hacer con tanto dolor y ansiedad. Todo el mundo quiere ayudar… y esto es bueno, porque ponernos en acción es una manera de canalizar todos esos sentimientos. De hecho, gracias a esa acción se ha puesto en marcha una red de apoyo y donaciones también sin precedentes, desde todas partes de España y del mundo. Pero aún así, a veces, da la sensación de que no es suficiente. Se nos escapa de las manos y nos desborda la situación, como el agua. No sabemos si lo que estamos haciendo es suficiente, y entra en juego la culpabilidad y la frustración.
En esos momentos, creo que lo más importante que tenemos que hacer es, sencillamente, estar ahí.
Estar ahí tiene muchas formas. Puede ser una donación, o un viaje a las zonas afectadas, algo que desde luego se agradece como agua de mayo. Pero también puede ser, simplemente, escuchar en silencio a la persona que lo necesita. Dar un abrazo, dar espacio y comprensión. Cocinar algo nutritivo para quien no puede hacerlo, llamar por teléfono de vez en cuando. Aunque parezca un gesto pequeño y no salga en las redes, desde nuestra pequeña parcela podemos hacer mucho, porque todo lo bueno que aportamos a quien tenemos cerca se expande como una onda y va poco a poco tocando a los demás. Y no, no tienes que sacrificar todo tu tiempo para volcarte con el otro, más bien al contrario: debes velar por tu normalidad también. Tu deber, incluso (y sobre todo) aquí, es cuidarte, porque solo así podrás tener la fuerza y la entereza necesaria para cuidar a los demás. Para poder seguir estando ahí.
Como en muchos sitios he leído, esto va para largo. Quienes necesitan más ayuda la van a seguir necesitando por mucho tiempo (¡ay, las navidades!), por eso es importante que nos mantengamos sanos y fuertes, para poder seguir apoyando desde ahí. Para poder seguir yendo, aunque solo sea a darles un abrazo. Para darnos un abrazo entre todos. Cuando yo te sostengo, tú recuperas un poco de fuerza, y puedes seguir sosteniendo.
Si algo bueno tiene esta situación, es la cantidad de gente que estoy viendo ayudando o queriendo ayudar. Los últimos días que he ido a los pueblos he visto voluntarios de todas partes que han venido expresamente en sus días libres a echar una mano. He visto bomberos, policía y personal sanitario de Sevilla, de Galicia, de Madrid, de Barcelona… hasta de Alcalá de Henares, y otros pueblos más pequeños de todas las provincias. Y a mí, que soy optimista por vocación, esto me hace creer un poco más en lo bueno del ser humano, en la mejor parte de nosotros que sale en los momentos más difíciles.
Algo que descubrí en 2019, tras una pérdida que me tumbó la vida, es que muchas veces, en los momentos de máximo dolor y oscuridad es cuando surge también el amor más grande. Parece paradójico, pero es verdad. Lo estamos viendo.
Aún queda mucho por hacer, pero de momento, me voy a quedar con esto. Y poco a poco, quiero seguir encontrando pequeños detalles bonitos del día a día, quiero seguir dibujando. Como leí en una frase de Nikita Gill:
“Todo está en llamas,
pero todo el mundo que quiero está haciendo cosas preciosas y tratando de hacer que la vida merezca la pena,
y ya sé que no tengo que creer en todo,
pero creo en eso”.
Gracias por leerme hasta aquí ❤️ Espero que esta carta haya podido arrojar aunque sea un poco de luz en toda esta oscuridad. Por mi parte, me despido de momento, con la esperanza de poder mandaros otra carta dentro de poco con la buena noticia de que ya está el calendario en preventa. Las últimas dos semanas han sido difíciles y se han sentido como un paréntesis en la vida de todos los que estamos aquí en Valencia, pero poco a poco esperamos retomar la energía y seguir adelante, seguir haciendo cosas bellas. Al fin y al cabo, eso es lo mejor que podemos hacer ahora mismo.
Un abrazo grande,
Sara 🌷
Si quieres hacer alguna aportación, te dejo aquí algunas maneras de ayudar:
https://ajudadana.es
https://ayudaterreta.com
https://somsolidaritat.gva.es/es/
https://www.rtve.es/noticias/ayuda-victimas-de-la-dana/
Un abrazo enorme, Sara 🤍
Gracias, Sara. Un fuerte abrazo 🤍